Una sonrisa no cuesta nada, pero da mucho. Enriquece a aquellos que la reciben, sin empobrecer a aquellos que la dan.
Toma tan sólo un momento, pero su recuerdo, a veces, dura para siempre
Una sonrisa no cuesta nada, pero da mucho. Enriquece a aquellos que la reciben, sin empobrecer a aquellos que la dan.
Toma tan sólo un momento, pero su recuerdo, a veces, dura para siempre
A través de toda mi vida, he aprendido algo: – Yo decido ser feliz y lo demás son “experiencias o circunstancias”, lo amo y el me ama, muy a pesar de sus circunstancias y de las mías.