Da lo mejor de tí en cada cosa que realices.
Agradece por todo lo que eres.
Reconoce a tu CREADOR.
Ama a tus hermanos como a ti mismo.
Permite que tu corazón florezca.
Ama a DIOS sobre todas las cosas.
Acepta que tú eres una parte de DIOS.
Da a tus hermanos cuando lo necesitan sin esperar nada a cambio.
Actúa bajo sentimientos de serenidad, tranquilidad, armonÃ-a, autoestima, cordura, amor, paz interior y admiración por ti mismo.
Desea siempre el bien para tus hermanos.
Comparte lo mucho o lo poco que tienes a nivel material y espiritual con tus hermanos.
El silencio mental te lleva al poder sublime del amor.
Medita y ora.
Reconoce el Sendero del Amor Divino.

Luis Fallas