Es alentador escuchar que el ser humano es capaz de salir de sus situaciones y circunstancias si se lo propone, que la economía personal depende exclusivamente de lo que realiza una persona y que si se desea dejar de ser pobre se puede hacer. Sin embargo, las condiciones del entorno también tienen un nivel de influencia que no se puede ni menospreciar ni no valorar.

Nuestro interés con los ejemplos que plantearemos a continuación es que se pueda visualizar con claridad que el concepto de salud financiera es más abarcador que una noción individualista de las finanzas y que cada vez que se quiera transmitir un mensaje de superación económica se visualice el contexto como una variable relevante.

– Es sabido que todos debemos cubrir ciertas necesidades fundamentales como son la vivienda, el cobijo y la alimentación, pero no es lo mismo vivir en un país donde el costo de la vida, aclarando que esto refiere a “un concepto teórico que representa el valor o coste de los bienes y servicios que los hogares consumen para obtener determinado nivel de satisfacción” sea bajo a otro país donde la demanda del entorno sea muchísimo más alta. Es decir, por obvias razones en un país donde el costo de la vida es bajo se vive con menos dinero que uno en donde el costo de la vida es más elevado.

– Ahora bien, qué pasa si el costo de la vida es bajo, pero también las oportunidades de desarrollo o de trabajo también son bajas ¿Se cae en un nivel de precarización laboral? Ahí las condiciones también influyen en el modo en el cual se desenvuelve una persona.

– También podría existir que las personas vivan en una sociedad inflacionaria o cargada de conflictos políticos que interrumpan el sano bienestar de sus finanzas personales. Lo cual requiere de un esfuerzo considerable de las personas que quieran salir adelante.

“Actualmente, la salud está más relacionada con la economía y las finanzas”-Tadao Ando

Luis Fallas