Sin embargo, defendemos la idea de que la madurez no se logra con los años; la madurez de la cual hablamos se desarrolla con base a las decisiones que toma una persona a lo largo de su vida.

A veces vemos personas de 17 años que son más “maduras” para tomar una decisión que una persona de 30 o más entonces, como dijimos anteriormente, no es algo que se deba a los años.

Suponemos que una gran cantidad de personas lo que buscan en la vida luego de la felicidad es la madurez, recordando que hacemos referencia al tipo de madurez que definimos inicialmente.

De alguna forma u otra todos buscamos ser mejores como personas o en algo en lo cual nos desempeñamos, de hecho es uno de los objetivos principales los cuales nos inculca la sociedad.

Ser siempre mejor es el objetivo que llevan todos los deportes, los oficios, las profesiones, porque todo está empañado de la idea de esa mejoría constante que nos han inculcado. TODOS nos venden la idea de que debemos ser mejores, ergo ser más maduros desde nuestra definición. Y aunque eso está bastante bien porque nos ha permitido avanzar como sociedad no es algo lo cual vamos a adquirir con los años.

A nosotros nos gustaría proponer que aparte de celebrar los cumpleaños tengamos una fecha especial para celebrar las decisiones acertadas en nuestro año. Imagínelo. Un día específico del año en el cual celebramos las decisiones positivas que dimos en el año y que reconozcamos las decisiones que tal vez no fueron las mejores porque claramente nos hicieron aprender.

Recordemos, el mensaje que queremos dejar es que ese esfuerzo por ser mejores no se da porque sí con el paso del tiempo sino que se va a demostrar con base a esas decisiones que en el acontecer de la vida resolvamos y sepamos sobrellevar de la manera más acertada.

Luis Fallas